En 1850 don Gabriel Rivera funda esta fábrica de campanas que hasta la fecha ha formado grandes Maestros Campaneros y Fundidores de Figuras en la localidad cacereña de Montehermoso.

Antiguamente, los fundidores y modeladores de campanas eran transeúntes y construían las campanas a pie de torre. Es la llegada de los medios de automoción lo que permite que los fundidores se asienten y creen estas fábricas.

            La familia Rivera ha sabido como ninguna transformar el arte de la fundición en música, como lo demuestran sus campanas, relojes y carillones instalados en los cinco continentes.

            El proceso de fundición del bronce sigue siendo totalmente artesanal y también fabrican: almireces, velones, campanillas, esquilas, candelabros, etc.

            Importantes son sus trabajos con los carrillones en los que combinan la artesanía con los nuevos sistemas de automatización como el MIDI, GPS Y 3G, entre otros. La empresa ha recibido el Premio “Artesanía e Innovación” otorgado por el Gobierno de Extremadura.